miércoles, 16 de diciembre de 2009

Eternidad

Hola!!Bueno púes ya me he terminado Eternidad y lo primero que tengo que decir es "!Aleluya¡", el libro se me ha hecho muy pesado.
Al leer cosas que se decían sobre él pensé que sería una historia original...estaba equivocada...es otra copia más del estilo Crepúsculo...U.U
Lo primero que me ha resaltado ese dato es el...maravilloso, misterioso y magnifico Damen...Que aunque beba un liquido rofo de su petaca al estilo de "Ojoloco Moody" resulta que la perfección personificada...¬¬''
Después están los malditos tulipanes rojos...Qué yo en un momento pensé que iba a ahogar a la pobre Ever en ellos!!!:)
La prosa es bastante buena en lo general pero no esta bien escrito, o al menos en mi opinión tiene muy pocos momentos de acción y...no me ha enganchado nada de nada!!¬¬...Repampanoos!!:)
Si le tubiera que poner una nota pués le daría un 5/10

Ahora empezaré con El juego del Ángel y espero que, al igual que siempre, Zafón me deje impresionada con una de sus misteriosas historias...

lunes, 14 de diciembre de 2009

*_*

Hola Bloggeros!!:)
Bueno pués mu alegro de que hos haya gustadoo mi primer capítulo!!:)
Os voy a dejar con el segundo...a lomejor no puedo pararme apublicar el tercero hasta dentro de unos días pero esque me quedan unos pocos examenes y tengo que estudiar...PFF!!xDD Bueno si no os habeis leido el primero y os interesa...mirar en la etiketa(*_*) y os aparecerá. Un saluditoo a todos!!:)

Capitulo II
Al día siguiente por la mañana, al igual que cada mañana, fui al instituto. Pero mientras esperaba a Raven Matt apareció.
-Buenos días.-me dijo con su sonrisa el la boca, este chico era feliz de la vida, que suerte tienen algunos.
-¿Tú siempre estas tan sonriente?
-Bueno, alguno de los dos debe de estarlo y no te veo muy por la labor...Pero ya veras, hoy vas a pasar una mañana maravillosa conmigo.
-Matt, tengo clase, no pienso irme contigo y estar en tu compañía nunca me pareció maravilloso.-puso los ojos en blanco.
- Si en el fondo te alegras de verme. Pero bueno, no me puedo creer que te importe tanto asistir a clase.
-No me interesa pasar la mañana en clase, pero no quiero que mi padre descubra que falto y si no justifico las faltas se dará cuenta de que hice pellas...
- Vale.-saco del bolsillo un papel con la firma de mi padre.-lo cogí del taller, son los arreglos del coche de tú padre, esta firmado por el así que me resultara muy fácil falsificar su firma...¿Que me dices?.-me guiñó un ojo y movió el papel delante de mis ojos. Por alguna razón, Matt me hacía sentir ;no feliz, pero sí mejor. Así que finalmente me rendí y decidí ir con él.
-Esta bien, vamos.
-Así me gustas.-e dio la vuelta y me conducíos hasta un Polo blanco muy bonito.
-¿Es tuyo el coche?
-No. Es de...no lo sé, estaba en el taller y lo tomé prestado.-sacudió los hombros, como si lo que dijera no fuese nada.
-Es es ilegal.
-Teníamos que probarlo para saber si ya funcionaba correctamente así que desde mi punto de vista no es un delito.-dijo mientras encendía la radio del coche y ponía una cadena donde sonaba una canción de Mcfly, That Girl.
-¿ Adonde me llevas?
-Pues, a un sitio muy chulo.-me sonrió- ES algo así como Nunca Jamás solo que no hace falta atravesar la segunda estrella de la derecha. –ese comentario me hizo sonreír, la primera sonrisa autentica en un años. Pero estar con Matt me hacía volver a ser yo. Como si nada hubiese pasado, ni siquiera escuchaba sus pensamientos por que su cabeza estaba en un mundo a parte...solo oía la melodía de una canción.
Podía sentir lo mismo que el, felicidad . Era una sensación agradable.
Matt aparcó el coche y pude ver como un amplio y mágico bosque. Sí que parecía Nunca Jamás. Creía que en cualquier momento vería a alguna criatura mágica volando a mi alrededor. Era un sitio precioso.
-Me encanta este sitio.-dijo adentrándose en el bosque. No estaba segura de cuanto tiempo pasamos en el coche ni de donde estábamos exactamente, Matt conducía rápido; muy, muy, muy rápido. Le seguí hasta un enorme claro, lleno de preciosas flores, con un enorme lago. El agua estaba cristalina. Este lugar daba una sensación de tranquilidad. Olía a una mezcla de dulces aromas. Matt se tiro en el suelo y me indicó que me sentase a su lado.
-Este sitio es perfecto. ¿Cómo lo has encontrado?.-quise saber, se me hacía difícil de imaginar a un personaje como el Matt que había conocido hace tiempo, un Matt que parecía haber cambiado en todos sus aspecto, en un lugar como este. Si ese Matt acabase aquí probablemente se dedicaría a quemarlo.
-Digamos que un día me dediqué a escarpar del mundo, conduciendo sin rumbo fijo y encontré este lugar para refugiarme. Bueno, pareces satisfecha.
-Lo estoy.
-¿Sabes? Creo que podré conseguir que seas la misma de antes. Si pasamos mucho tiempo juntos.
-Me parece que jamás volveré a ser la misma de antes, me niego a pasar mucho tiempo contigo.-bromeé, pero la verdad es que no me importaba hacerlo.
-Por una vez en la vida voy a ser serio. Sabes que me gustas;¿verdad?-esto me pillo bastante desprevenida, recuerdo que cuando teníamos cinco años me encerró en un pozo por que le gustaba, a los seis casi me ahoga por que le gustaba...ahora me estaba ayudando por que le gustaba.
-Espero que no me encierres en un pozo.-bromeé. El se rió.
-No, creo que no es muy romántico eso de ir encerrando a las chicas en pozos. Aunque sería una buena explicación para que siga sin novia, por que hay que decir que soy encantador.-me reí.
-¿Encantador?
-Nena, si la perfección tuviese nombre se llamaría como yo sin duda. –puse los ojos en blanco y me acosté apoyando mi cabeza sobre su pecho.
-Iremos sacándote buenas cualidades con el tiempo. La primera será lo cómodo que eres . –puso los ojos en blanco y sonrió.
-Pues entonces esta claro que pasaremos mucho tiempo juntos. Tengo demasiadas cualidades buenas para sacar.-dijo mientras me acariciaba el pelo.
El resto de la tarde pasó genial, sin dolores de cabeza. Matt era , psíquicamente, fácil de aguantar. Sus sentimientos eran estables; siempre estaba feliz y su vitalidad era maravillosa. Su mente era un estado completamente inerte. Solo podía escuchar esa agradable canción, que conocía de algo, ahora no recuerdo su nombre. Matt me gustaba, me sentía yo con él. Llegue a casa algo preocupada por mi padre. Había oscurecido y no lo podía llamar por que no había cobertura. Así que solo me quedaba cruzar los dedos y rezar para que no llamase a la policía por mi desaparición. Matt me dejo enfrente de la puerta y se fue, me había dicho que gracias a los dioses su padre hoy no iba a casa y no le regañarían por llevarse el coche durante tanto rato.
-Papá, ya he llegada.-Mi padre apareció de la nada detrás de una puerta y pude sentir su preocupación , su enfado, su alegría por ver que estaba bien.
-¿Dónde te has metido? Llamé a tu amiga y me dijo que no te había visto desde la mañana. –gracias a Dios, Raven no le había dicho nada, debió de haberme visto marcharme.
- He ido a dar una vuelta papá.
Subí a mi habitación y me tire en cama con los cascos de Ipod a todo volumen.




Quiero saber con quien te fuiste ayer por la mañana, te cubrí con tu padre.- Raven estaba bastante pesada esta mañana.
-Era un espectro .-le dije cansada mientras subía, psíquicamente, el volumen de el Ipod para no oír su rompecabezas de mente. Aquella mañana Raven estaba muy emocionad por que sus padre le regalarían un coche. Estaba preocupada por que ayer no había preparado nada un examen que, por lo que veía en la mente de mi profesora, era muy difícil . Y estaba ansiosa por enterarse de quien era ese maravilloso, lo dice ella no lo digo yo, chico con él que me fui ayer..-un viejo amigo de mi niñez.- Raven me miro protestota.
-¿Te gusta?
-De cierta manera si.
-Vale, así me lo dejas todo muy claro.- me dijo sarcásticamente.
-¿Qué quieres que te diga? Me siento cómoda con él por que lo conozco desde siempre.-Raven me puso los ojos en blanco y se fue para su clase de primera hora al igual que hice yo. Tenía que entregarle el justificante falsificado a mi profesora de Historia. Y justo a ella, la que antes nos pilla. Cuando entro en el aula me dirigí a su mesa algo nerviosa. En su interior estaba preocupada por mi falta anterior y también estaba extrañada por que sabía que yo no solía faltar.
-Profesora, ten, es el justificante de las faltas de ayer.-la profesora se bajo las gafas que usaba pare ver de lejos, en clase las llevaba para tener vigilados a los elementos de la última fila, yo estaba entre ellos. Cogió el justificante y después me pregunto si me encontraba bien hoy. Le dije que si y volví a mi sitio. El resto de profesores no dieron muestras de interés en mí. Algunos ni siquiera sabían de mi existencia.
Cuando terminaron las clases y me iba para casa recibí una agradable sorpresa, Matt estaba de pie, apoyado en un bonito Wolsvagen.
-¿ Otro coche en prueba?
Si.-me sonrió y yo le devolví la sonrisa, era así de fácil ser feliz en su presencia.
- Bueno, pues para sacar otra buena cualidad de mí te vienes hoy por al tarde al taller.
-Tenemos unos pequeños problemas. El primero es que tengo que estudiar y el segundo que no me apetece. Eran dos mentiras, pero no iba atener tan fácil como el creía conseguirme.
-Vale, ya estudiaras que sé que tu eres chic alista y lo de que no quieres venir tiene aún más fácil solución.-le puso el pestillo a la puerta del coche- estas secuestrada.-puse los ojos en blanco.
Las tardes con él eran maravillosas, sin dolores de cabeza, sin problemas... Me hacía sentirme normal.
Fue una tarde maravillosa nos la pasamos discutiendo sobre cual sería su próxima buena cualidad... la modestia. Con sarcasmo claro. Ahora estoy en mi habitación.
Estaba escuchando música cuando sentí ruidos ami alrededor. Pero no podía haber nadie por que no sentía ninguna presencia, ninguna mente, nada. Sin embargo sabía que había algo detrás mía en ese instante. Me dí la vuelta y me encontré con un ser translucido que flotaba a unos centímetros del suelo.
-¿Qué eres y que estas haciendo aquí?-pregunté, ahogando un grito.

domingo, 13 de diciembre de 2009

*_*

Hola!Bueno, pues os voy a poner el capítulo numero uno de la novela que estoy escribieno...A mi no me parece muy buena, pero estoy empezando y aprenderé a escribir mejor, por eso me encantaría que la lelleseis y que me digais que tal esta y que debería ir mejorando!Un saludo a todos y espero que esto os guste!!:)

CAPITULO I

Hola. Yo soy Alazne, una adolescente de diecisiete años con los problemas típicos de la edad. Bueno, en mi caso son alo peores por que tengo poderes psíquicos. En serio.¿Cuantos de vosotros podéis mover cosas solo con pensarlo?¿Cuantos de vosotros leéis la mente de la gente que os rodea?¿Cuantos de vosotros notáis el estado de ánimo de los demás? supongo que ninguno. Pues entonces, tengo poderes psíquicos.
Estaba, como cada mañana, sentada en frente la puerta del instituto esperando que mi única amiga, Raven, apareciese. Tenía los cascos de Ipod al máximo con la potente voz de Paul Rodgerts, el cantante de Queen, martilleándome los oídos. Aunque era una sensación agradable, escuchar los sentimientos de alguien que deseaba que lo hiciese. Intento darle la máxima intimidada a la gente pero aún así no puedo evitar escuchar o veer algunas cosas. Por lo general lo único maravillosos de esto es poder mover las cosas con solo pensarlo; no hace falta que quite el Ipod del bolsillo interior de mi chaqueta para subirle el volumen, llega con pensar en como quiero mover la ruedita, mola.
-¿Adivina qué?-era Raven que se sentaba a mi lado.
-Has recibido noticias de la nave nodriza que me dejo abandonada en la tierra.-afirmé, de broma, pero así era como me sentía como un bicho raro de otro planeta que había acabado aquí por pura mala suerte.
-No, cascarrabias. Mañana mismo me compraran las entradas y podré ir a ver a los Sex Pistols en concierto.¿ A que es genial?.-estaba realmente entusiasmada por el echo.
-Sí, lo es. Enhorabuena.
-Me esperaba bastante más interés por t parte, pensé que te gustaban.-dijo un poco angustiada.-quería que te murieras de envidia.
-Me gustan, pero no estoy para ir a un concierto.-en realidad eso era cierto, imaginaos todo el entusiasma de la gente y sus emociones presentes en mi cabeza durante todo el evento, un dolor de cabeza mortal sin duda.
-Como digas.¿ Qué estas escuchando?-pregunto quitándome un casco y poniéndolo en su oreja.-con este volumen te vas a quedar sorda, me extraña que no lo estés.
Me encogí de hombros, a mí el volumen no me molestaba y además aunque estuviera sorda seguiría escuchando. Sonó el timbre y entramos a clase; ella a Matemáticas y yo a Historia. Me senté en mi pupitre al final del aula mientras esperaba a que la profesora llegara a clase .
-Buenos días. –saludó la profesora al entrar en el aula-bien chicos hoy atiendan que voy a dar materia de examen. Señorita Johnson por favor tráigame eso que tiene puesto en las orejas.
Me levanté mientras escuchaba los pensamientos de mi profesora; pensaba que debía tener mano dura conmigo por que era un caso perdido, pero también creía que era normal que me portara como lo hacía por que había pasado por cosas muy malas en mi vida, se compadecía de mi ;no había cosa que yo más odiara que se compadecieran de mi. Le entregué mi preciado Ipod .
-Se3 lo devolveré a la salida de clase.-asentí con la cabeza y volví a mi sitio esquivando las zancadillas de mis compañeros.
Pase el resto de la mañana mejor que esa odiosa hora intentando evitar los gritos y las voces de mi cabeza y centrándome todo lo posible en la clase de la profesora. En el resto los profesores pasaban de mí, me dejaban esconderme bajo mi capucha con el volumen al máximo.
Al llegar a casa mi padre me esperaba con los mismos pensamientos de todos los días.
-Hola cielo.¿Que tal de clase?.-intentaba ser amable antes de decirme en el enorme desacuerdo en el que está por mi forma de vestir, mi música y mi forma de ver la vida.
-Bien, sin novedad.-me encogí de hombros, intentando evitar sus pensamientos.
-Alazne , no estoy nada de acuerdo con esto y lo sabes.-dijo.
-¿Qué es esto, papá?-le dije con voz cansada.
-Esto-dijo señalando mi ropa-tu ropa, tu música, la manera en la que vives desde lo de tu madre. No has tenido la culpa de nada ,cariño, supéralo.
-Papá, lo sé. Solo he cambiado. He madurado y he empezado a ver las cosas distintas. Entiéndelo y acéptalo.-mi padre me sonrió y asintió con la cabeza, gesto que entendí como el final de la conversación.
-¿Me haces un favor?-me preguntó.
-Claro.
-Quiero que me vayas a por el coche al taller de Harry. Ahora puedes conducir y me lo puedes traer tú.
-Vale.-se mente pensaba que era un honor así que le complací con una sonrisa.
-Bueno pues ahora me voy al trabajo, ve y trae el coche.
-Chao.
Salió por la puerta pensando en lo orgulloso que estaba de mi por poder conducir. Eso me hizo sonrojarme, aunque subí que no me lo diría, la que expresaba los sentimientos era mi madre y ahora estaba muerta. Ese pensamiento me dolió pero al fin y al cabo era la verdad, tendría que superarlo.
Me metí en el baño para peinarme un poco antes de salir de casa, me pasaba la mayor parte del tiempo con la capucha escondiendo mi Ipod y me despeinaba. Me mire detenidamente en el espejo y la verdad es que era idéntica a mi madre en todo. Tenía el mismo pelo castaña claro, que mi padre no me dejaba teñir de negro, o tenía corto por encima de los hombros como a ella le gustaba. Tenía sus mismos ojos verdes, que recordaban a un bosque . Tenía el mismo tono de piel pálido. Probablemente tuviese hasta la misma estatura que ella a mi edad , era bajita.
Me puse de nuevo la capucha y me coloque mi flaquillo de manera que no se me vieran los ojos, como hacía habitualmente.
Salí de casa, con el Ipod encendido, y me encaminé al taller de Harry. Un amigo de mi padre. Recuerdo que jugábamos a las cartas en la terraza cuando era pequeña. Él había ayudado mucho a mi padre cuando mi madre murió en un accidente, hace dos años.
Yo estaba con ella cuando sucedió. Íbamos juntas hacia el supermercado. Ella iba conduciendo y yo estaba sentada a su lado. Recuerdo como bromeamos sobre la música que ella llevaba en su coche, que a mi no me gustaba nada. Recuerdo que discutimos por que aproveche el momento en el que ella se estaba riendo de un chiste mío para decirle mi patética nota en matemáticas. Recuerdo que me había castigado y que yo me abría cabreado un montón con ella. Recuerdo que las ultimas palabras que le dije antes de que ella soltara el volante para llamarme fueron “te odio” , recuerdo que le afectaron y que no dudo en soltar el volante para acariciarme y animarme, mientras yo la ignoraba, recuerdo que en ese momento u coche salio de la derecha e impacto contra el nuestro. Mi madre murió en el acto. Yo me desperté a la mañana siguiente en el hospital con un dolor de cabeza impresionante y varias costillas rotas. Lo primero que noté al despertarme eran gritos ahogados dentro de mi cabeza y un montón de sentimientos que no eran míos...
Era algo realmente extraño, podía escuchar a mi padre hablándome, a los médicos, a las enfermeras...y escuchaba sus pensamientos mientras me hablaban. Un día estaba en cama, muerta de cansancio y con molestias en mis costillas, tenía sed pero me dolía todo demasiado para levantarme, comprenderlo , así que empecé a rogarle al baso n mi interior que volara había mi mano pero sin esperar resultados. Sorprendentemente, el vaso lo hizo. Al principio pensé en decírselo a mi padre, pero ya recibía visitas de demasiados psicólogos por la muerte de mi madre para recibirlas también por mis poderes así que aprendí a vivir con ello. Cuando salí del hospital mi padre y yo nos fuimos de la ciudad, no queríamos estar cerca de nada que nos recordara a mi madre, y decidimos instalarnos en Worden una ciudad pequeña donde mi padre y Harry se criaron. Me apuntó en el instituto donde pronto todos se dieron cuenta de que era un bicho raro y una marginada.

Llegué al taller de Harry y lo llamé pero no estaba, tire recto por que sabía perfectamente donde estaba su coche pero una voz me llamo a mi espalda.
-¿Alazne?.-me di la vuelta y vi a un chico joven y guapo, muy guapo con una sonrisa de oreja a oreja y unos ojos grises soñadores.
-¿Me conoces?.-fue lo primero que se me ocurrió preguntar, aunque sonase tonto, pero sabía mi nombre y el a mi no me sonaba de nada.
-Bueno, si te digo que cuando teníamos seis años nos pasamos una tarde entera encadenados el uno al otro por culpa de un truco de magia fallido ¿ sabrías quién soy?
-Eres el hijo de Harry, Matt. Vengo a por el coche de mi padre.- ese niño siempre fue un entupido. No lo veía desde que teníamos nueva años. Y me alegro de no haberlo echo pero al vedad es que, por lo menos físicamente, había cambiado mucho. Digo físicamente por que seguro que sigue siendo el mismo inmaduro y exasperante Matt. Nunca pensé que diría esto, pero me alegraba de verlo.
-Bueno, no te lo doy por que mi padre se llevo las llaves, pero volverá en media hora. Espero aquí si quieres. –se dejo caer encima de una silla y yo hice lo mismo.-Vaya, has cambiado una barbaridad, pero no sé, tienes cara de haber pasado un mal día.¿ Qué te pasa?
-Nada.- me miro con mirada inquisitiva.-Bueno, no he tenido un mal día. La vida es un mal día.
-Vaya, pues si que estamos hoy positivas. ¿Qué te ha pasado?
-Pues que simplemente odio el orden establecido en este universo.
-Eso lo dice todo.-me dijo poniendo los ojos en blanco, ese gesto casi me arranca una sonrisa, pero llevo sin sonreír demasiado tiempo.
-Mi madre esta muerta.- le iba a confesar la verdad de el accidente, no se lo había contado ni a mi padre y se lo iba a contar a un chaval que no veía desde los nueve años y que odiaba, pero sabía que el no me lo echaría en casa, era demasiado bueno.
-Lo sé. Mi padre lo ha dicho algunas veces en casa. Lo siento mucho.
-Ha sido por mi culpa.-pude ver como se disponía a protestarme pero lo calle con un gesto de la mano.-soltó el volante momentos antes del accidente por mi culpa, por haberme comportado como una entupida . Lo último que le dije fue que la odiaba.
-Pero ella supo que no la odiabas. Por que tú no la odias. Y seguro que este donde este, te estará escuchando y estará deseando que cambies tu pensamiento. Oye, mira, yo creo que has metido la pata, pero que el accidente no fue culpa tuya, soltó el volante por que quiso, ti no la obligaste. No fue culpa tuya. Es que no sé que decirte y no me pongas cara de culo por que tengo mucha razón.
- Eres un idiota, no te puse cara de culo.-puso los ojos en blanco.
-Creo que tengo una nueva misión. Debo salvar de la soledad a una damicela.
-No me llames damisela.-le eche la lengua.-gracias por tus palabras de animo.-Matt hizo un gesto con la mano cuando su padre entraba por la puerta y me entregaba las llaves.
-Alazne, vaya, estas con Matt y no le estas gritando, un logro.-me sonrío amablemente y le tuve que devolver la sonrisa, una tan falsa como las que le devolvía a mi padre. Cogí las llaves del coche, me despedí de ellos y me fui.

Azul para las pesadillas


Hola a todos!Acabo de descubrir este libro y me lo he apuntado en mi lista de libros por que me ha parecido muy interesante y la verdad es que tiene muy buena pinta!!:)
Os dejo la spnosis:
Stacey es una joven de 16 años. Heredera de la tradición wicca por parte de su abuela, quiere tener una vida escolar normal, pero esto se complica cuando comienza a tener pesadillas con respecto a la muerte de Drea, su mejor amiga y compañera de cuarto en el internado. No es la primera vez que ocurre esto, por lo cual deberá buscar la forma de interpretar sus sueños.